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Diario copiado de Los Viajeros, concretamente de https://www.losviajeros.com/Blogs/c123-Diarios-Dinamarca/b11744-fin-semana-Copenhague.html
Mas tarde le escribiré para darle las gracias
El domingo vamos caminando desde el hotel hasta el palacio Rosenborg, ( a 10 minutitos de la estación Norreport y del hotel) precioso tanto por dentro como por fuera.
Los jardines exteriores son un lugar de paseo tranquilo y la entrada (90DKK) incluye acceso a las salas interiores y a la sala del tesoro.
En las tres plantas se pueden observar salones con decoraciones ostentosas de los reyes anteriores, con mobiliario, vajillas y pinturas de gran valor.
Y en la sala del tesoro se muestran las joyas de la corona. Mucho oro y muchas piedras preciosas.
Al cabo de una hora y media o dos acabamos la visita y nos dirigimos a Christianshavn, el barrio con los canales.
Pasamos por delante del antiguo edificio de la Bolsa
y por delante de la Rundetarn, en la que se puede subir para tener vistas de la ciudad,
pero nosotros vamos a la Vor Frelsers Kirke, la iglesia con el campanario que tiene la escalinata exterior en espiral, que también nos debe brindar unas fabulosas vistas. Al llegar allí nos informan que la torre está cerrada por fuerte viento y que es peligroso subir . La iglesia por dentro es bien bonita.
Pues nos dirigimos a comer al Copenhagen Street Food, en Papiroen, un almacén al lado del canal grande lleno de paraditas de comida y bebida. Se puede comer dentro y fuera, en unas mesas que hay.
Hay unos 20 minutos o media hora caminando desde el metro Christianshavn. Aquí hay comida de todo tipo: asiático, mexicano, hamburguesas, fish and chips, pasta italiana, helados... y en algunos sitios no aceptan tarjeta de crédito, pero se pueden comprar fichas por valor de 25DKK en Cow Bar (al final de todo, al lado de los baños).
Nosotros elegimos comida francesa/belga en Cooper and Wheat. Tomamos una ración de pavo con pasta y patatas fritas por 100DKK, una croque monsieur por 50DKK, dos cervezas a 50DKK cada una y un helado por 25DKK.
Para ser domingo nos pareció que no estaba excesivamente lleno, había gente en todas partes pero no había que hacer cola para pedir la comida ni para el baño y había sitio para sentarse tanto dentro como fuera.
Lo siguiente fue entrar en Christiania, la comunidad independiente dentro de Copenhague. Aunque nació con alma hippie, hoy cada casita es propiedad privada y tiene su verja bien cerrada.
Hay edificios grandes que son lo que eran antes instalaciones militares que se okuparon hace décadas, y luego hay pequeñas casas de construcción más reciente, cada una con su jardín, algunas mejor cuidadas que otras.
Para mí la mejor entrada es la más alejada del centro: Si vienes del metro por la calle Prinsessegade primero te encuentras la entrada de la casa con el grafitti verde, luego siguiendo por la misma calle te encuentras la entrada famosa con el letrero de madera "Christiania", y siguiendo recto está la entrada que elegimos, (que no está indicada en el mapa) por ser la menos frecuentada y por tanto, dónde se ve realmente cómo viven aquí los locales.
Caminamos por las callecitas (sin asfaltar) y llegamos al lago (está indicado con una señal). Aquí ya huele a porro por todas partes (en Christiania está permitido fumar porros). El paseo por el lago es agradable y tranquilo. Luego caminando llegamos a lo que parece ser la plaza principal, dónde hay algún bar y gente tomando algo en los bancos y mesas exteriores y un escenario dónde parecía que iba a empezar un concierto (había un par de músicos afinando).
Esta plaza es el final de la conocida calle Pusher, la que tiene paraditas de porros. Las paraditas están cubiertas con unas redes para que no se pueda ver la cara del vendedor. La calle tiene un bar bien mono y una tienda de artesanía y manualidades.
Por todas partes hay carteles de "No Photo", así que si sigues esta norma, no vas a tener problemas para pasear. No parece nada peligroso, es más, parece que muchos copenhaguenses van ahí el domingo por la tarde a tomar algo.
Ah, y hay un baño público terriblemente grafiteado pero de limpieza aceptable. Lo usé.
Y después de una horita paseando por Christiania íbamos de vuelta al hotel cuando pasamos por delante de la iglesia Vor Frelsers nuevamente y esta vez la torre estaba abierta. Por 45DKK subimos. Las escaleras interiores son de madera viejísima. Se pasa justo al lado de las campanas llenas de polvo. Una vez en el exterior hacía un viento fuerte y las vistas eran realmente bonitas.
Y de aquí al metro y al hotel a recoger la maleta (nos la guardaban sin coste) y al metro de nuevo hacia el aeropuerto. Compramos un billete de tres zonas que tiene una validez de 1h15'. Lo usamos desde la estación de Christianshavn hasta Norreport y luego con las maletas en mano volvimos a entrar en la misma estación Norreport y hacia el aeropuerto.
Y hasta aquí nuestro viaje.
Con este diario espero haber ayudado a decidirse a quien esté planteándose ir a Copenhague o haber ayudado a planificar el viaje a quien ya se haya decidido.
Mas tarde le escribiré para darle las gracias
El viernes llegamos a la 1 del mediodía, sobre la hora prevista por Vueling. ![]() En unos 15 minutos de metro llegamos directo desde el aeropuerto a la estación de Norreport. Nuestro hotel está a 5 minutos a pie desde aquí. Aprovechamos para comer en el mercado cubierto Torvehallerne, con muchas paraditas de comida preparada. Toda una delicatessen. En la zona descubierta hay mesas grandes para sentarse a comer. Nos compramos un smorrebrod y una cerveza cada uno y pagamos 210DKK. Sí, 15€ cada uno. ¡Carísimo! ![]() Fuimos caminando hasta el palacio Christiansborg, que también es la sede del Parlamento, y visitamos la torre (gratuita) con un poco de cola (se sube en ascensor) y las vistas desde arriba son increíbles. El día era claro ¡y se veía hasta Suecia! ![]() Luego visitamos las Royal Reception Rooms (80DKK), que es parte del palacio donde vivía la familia real antes de trasladarse al palacio Amalienborg. Se ve en una o dos horas. En el palacio se pueden visitar también las ruinas del antiguo castillo de Absalon, los establos y la capilla. Cada cosa tiene su precio y sus horarios. La torre cierra a las 21h y las salas reales a las 17h. Luego fuimos hacia el canal, en línea recta saliendo de Christiansborg y tomamos un ferry para ir a ver la Sirenita. Hay dos ferrys que paran cerca de Kastellet (la fortificación militar- ahora parque) que está al lado de la Sirenita. El 991 y el 992. Cogimos uno en la dirección incorrecta ![]() Después de unos veinte minutos largos de caminar por el lateral del canal llegamos a Langelinie, que es el paseo que rodea Kastellet y dónde se ubica la famosa estatua. Había menos turistas de lo que me esperaba, y después de la obligada foto paseamos por Kastellet. Todo verde de hierba y árboles, están las casitas del complejo militar, una iglesia, una gran fuente, un molino,... Un paseo muy agradable. Para cenar volvimos al centro en el bus 26 (cuesta 24DKK un billete sencillo) y elegimos el Riz Raz, un restaurante con buffet vegetariano mediterráneo/turco/griego por menos de 100DKK, con bebida a parte. Atención, la cerveza cuesta en todas partes alrededor de 6€ la caña. ![]() Y con un paseo pasando por Nytorv y Gammeltorv (plaza nueva y plaza vieja) ya volvíamos a estar en el hotel. Hasta aquí el viernes. ![]() |
Empieza el sábado y lo primero que hemos visitado ha sido el ayuntamiento. Abren a las 9:30 y a las 10h tienen una visita guiada en inglés por 50DKK. La entrada libre da acceso al patio cubierto y a la sala con la maquinaria del reloj. La visita guiada tiene una duración de 45 minutos y pasa por las dos escalinatas, varios salones (de reuniones, de banquetes) y explican los detalles de las pinturas, los grabados, los tapices... Muy recomendable. ![]() A las 11h estábamos en la plaza del ayuntamiento para empezar el tour Sandeman. Este tour gratuito dura tres horas y al finalizar se paga la voluntad. El tour cubre el puerto Nyhavn, la Plaza Nueva Nytorv y la Plaza Vieja Gammeltorv, la iglesia Nicolaj Kirke, el palacio Christiansborg (de lejos), la estatua de Absalon, el palacio Amalienborg, entre otras cosas. El guía va explicando curiosidades y datos de la historia de la ciudad. En medio del tour se hace un descanso en una cafetería para tomar algo e ir al baño. En el tour se van viendo los edificios por fuera, así que queda un poco incompleto. ![]() El tour finaliza cerca de Amalienborg, así que entramos a ver la Iglesia de Marmol(Marmorkirken o Frederiks Kirken, con una cúpula enorme que está justo detrás. Allí a lado está la sinagoga de Copenhague. De camino al Tívoli paramos a hacer un brunch en Stella Café, justo enfrente del restaurante donde comimos ayer. Es un buffet con el típico brunch: panes, embutidos, ensalada, pasta, yogures, cereales, fruta, y más. Por 70DKK (bebida aparte). Muy rico y de lo más económico de la ciudad. Entramos en Tivoli alrededor de las 4 de la tarde, y compramos un admission ticket y un multiride ticket. El "admission ticket" permite el acceso al parque pero no incluye subir a las atracciones. Para subir a las atracciones se puede comprar un "multiride ticket" que permite el acceso ilimitado a todas las atracciones, o bien se pueden comprar tickets sueltos (entre 1 y 3 tickets por atracción, a 25DKK el tícket). No hay que hacer colas para entrar. Resulta que es el fin de semana del Gospel (hay varios eventos los fines de semana), y en los dos escenarios al aire libre hay grupos de gospel cantando. En frente de los escenarios hay sillas y tumbonas para el público. Nosotros estuvimos en el parque unas 8 horas ![]() ![]() Hay atracciones para todos los gustos, más suaves (Der flyvende kuffert, o "la maleta voladora" que va pasando por escenas de los cuentos de Hans Christian Andersen) y más intensas (Daemonen, una montaña rusa con loopings estilo Dragon Khan de Port Aventura - por si puede servir de referencia- pero más corta) y luego están las clásicas: coches de choque, noria... Para cenar elegimos el restaurante de la Pagoda, que por 225DKK (30€) con bebida aparte ofrece un buffet oriental. Si se quiere también buffet de sushi, el precio son 315DKK (42€). Desde el comedor hay vistas al pequeño lago con barcas para darse un paseo remando. Todos los restaurantes tienen un precio mínimo de 25-30€. Si se quiere comer algo más económico hay puestos de snacks como kebabs, pizzas, hamburguesas... También se puede entrar comida y bebida del exterior (no revisan las mochilas al entrar). A parte de las atracciones hay una zona de jardines muy agradable para pasear, alrededor del lago grande. También está el Aquarium, por el que hay que pagar 25DKK. Recomiendo sobre todo visitar el parque cuando sea oscuro, porque las 120.000 bombillas le dan un aire precioso. A las 22:45 hacen un espectáculo de agua y luces en el lago y a las 23:45 el show de fuegos artificiales ![]() Aunque el parque cierra la entrada a las 00:00, las personas pueden ir saliendo hasta la 1 de la madrugada. Después de los fuegos artificiales nos fuimos a dormir. ¡Que vaya día! |
Los jardines exteriores son un lugar de paseo tranquilo y la entrada (90DKK) incluye acceso a las salas interiores y a la sala del tesoro.
En las tres plantas se pueden observar salones con decoraciones ostentosas de los reyes anteriores, con mobiliario, vajillas y pinturas de gran valor.
Y en la sala del tesoro se muestran las joyas de la corona. Mucho oro y muchas piedras preciosas.
Al cabo de una hora y media o dos acabamos la visita y nos dirigimos a Christianshavn, el barrio con los canales.
Pasamos por delante del antiguo edificio de la Bolsa
y por delante de la Rundetarn, en la que se puede subir para tener vistas de la ciudad,
pero nosotros vamos a la Vor Frelsers Kirke, la iglesia con el campanario que tiene la escalinata exterior en espiral, que también nos debe brindar unas fabulosas vistas. Al llegar allí nos informan que la torre está cerrada por fuerte viento y que es peligroso subir . La iglesia por dentro es bien bonita.
Pues nos dirigimos a comer al Copenhagen Street Food, en Papiroen, un almacén al lado del canal grande lleno de paraditas de comida y bebida. Se puede comer dentro y fuera, en unas mesas que hay.
Hay unos 20 minutos o media hora caminando desde el metro Christianshavn. Aquí hay comida de todo tipo: asiático, mexicano, hamburguesas, fish and chips, pasta italiana, helados... y en algunos sitios no aceptan tarjeta de crédito, pero se pueden comprar fichas por valor de 25DKK en Cow Bar (al final de todo, al lado de los baños).
Nosotros elegimos comida francesa/belga en Cooper and Wheat. Tomamos una ración de pavo con pasta y patatas fritas por 100DKK, una croque monsieur por 50DKK, dos cervezas a 50DKK cada una y un helado por 25DKK.
Para ser domingo nos pareció que no estaba excesivamente lleno, había gente en todas partes pero no había que hacer cola para pedir la comida ni para el baño y había sitio para sentarse tanto dentro como fuera.
Lo siguiente fue entrar en Christiania, la comunidad independiente dentro de Copenhague. Aunque nació con alma hippie, hoy cada casita es propiedad privada y tiene su verja bien cerrada.
Hay edificios grandes que son lo que eran antes instalaciones militares que se okuparon hace décadas, y luego hay pequeñas casas de construcción más reciente, cada una con su jardín, algunas mejor cuidadas que otras.
Para mí la mejor entrada es la más alejada del centro: Si vienes del metro por la calle Prinsessegade primero te encuentras la entrada de la casa con el grafitti verde, luego siguiendo por la misma calle te encuentras la entrada famosa con el letrero de madera "Christiania", y siguiendo recto está la entrada que elegimos, (que no está indicada en el mapa) por ser la menos frecuentada y por tanto, dónde se ve realmente cómo viven aquí los locales.
Caminamos por las callecitas (sin asfaltar) y llegamos al lago (está indicado con una señal). Aquí ya huele a porro por todas partes (en Christiania está permitido fumar porros). El paseo por el lago es agradable y tranquilo. Luego caminando llegamos a lo que parece ser la plaza principal, dónde hay algún bar y gente tomando algo en los bancos y mesas exteriores y un escenario dónde parecía que iba a empezar un concierto (había un par de músicos afinando).
Esta plaza es el final de la conocida calle Pusher, la que tiene paraditas de porros. Las paraditas están cubiertas con unas redes para que no se pueda ver la cara del vendedor. La calle tiene un bar bien mono y una tienda de artesanía y manualidades.
Por todas partes hay carteles de "No Photo", así que si sigues esta norma, no vas a tener problemas para pasear. No parece nada peligroso, es más, parece que muchos copenhaguenses van ahí el domingo por la tarde a tomar algo.
Ah, y hay un baño público terriblemente grafiteado pero de limpieza aceptable. Lo usé.
Y después de una horita paseando por Christiania íbamos de vuelta al hotel cuando pasamos por delante de la iglesia Vor Frelsers nuevamente y esta vez la torre estaba abierta. Por 45DKK subimos. Las escaleras interiores son de madera viejísima. Se pasa justo al lado de las campanas llenas de polvo. Una vez en el exterior hacía un viento fuerte y las vistas eran realmente bonitas.
Y de aquí al metro y al hotel a recoger la maleta (nos la guardaban sin coste) y al metro de nuevo hacia el aeropuerto. Compramos un billete de tres zonas que tiene una validez de 1h15'. Lo usamos desde la estación de Christianshavn hasta Norreport y luego con las maletas en mano volvimos a entrar en la misma estación Norreport y hacia el aeropuerto.
Y hasta aquí nuestro viaje.
Con este diario espero haber ayudado a decidirse a quien esté planteándose ir a Copenhague o haber ayudado a planificar el viaje a quien ya se haya decidido.
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